jueves, 25 de agosto de 2011

Las pymes de EE.UU. se vuelven una fuerza exportadora clave.

Buscan crecer en otros mercados, como el de América Latina. Impulsados por una demanda interno más débil y un dólar más barato, un creciente número de pequeñas y medianas empresas (pymes) están buscando nuevos clientes fuera de Estados Unidos. Pero la expansión en el extranjero es frecuentemente más difícil y complicada para las pymes que suelen carecer del capital y el conocimiento de las firmas más grandes. Las exportaciones de EE.UU. ascendieron a más de US$170.000 millones en junio, frente a los US$151.000 millones del mismo mes del año anterior y los US$128.000 millones de junio de 2009, informó el Departamento de Comercio del país. Las pequeñas empresas contribuyeron a esas cifras, asegura Fred Hochberg, presidente de la junta del Banco de Importaciones y Exportaciones de EE.UU., que financia las exportaciones del país. La entidad dijo a comienzos de este mes que, desde octubre, aprobó un récord de US$24.500 millones en financiación para exportaciones de empresas de todos los tamaños, incluyendo 2.142 pequeñas firmas, por encima de las 2.036 del año pasado y menos de 800 en 2006. "Durante años no se veían muchas exportaciones de pequeñas empresas estadounidenses debido a que los mercados locales eran tan robustos. Eso está cambiando", apuntó Hochberg. De todas formas, solamente alrededor de 1% de los casi 30 millones de pymes estadounidenses venden al extranjero. Aquellas que lo hacen, habitualmente se limitan a trabajar con un mercado extranjero, normalmente Canadá, México, el Reino Unido, Alemania o China, de acuerdo con datos de la Oficina del Censo. Mientras que las empresas estadounidenses han estado cancelando las sesiones de capacitación, más participantes internacionales se han sumado a los seminarios por Internet que organiza cada mes la empresa, dice Roeder. Ahora está estudiando ofrecer sus servicios en India. Pero el proceso puede ser desafiante. Tratar de encontrar asesores de negocios con un conocimiento específico de un país es costoso y exige mucho tiempo, asegura Roeder. "No tenemos un equipo de desarrollo de negocios para hacerse cargo de todo eso", admite. La compañía tiene menos de una docena de empleados de tiempo completo.

THE WALL STREET JOURNAL

PRENSA NACIONAL

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