Durante más de una década, las multinacionales invirtieron grandes sumas de dinero en los países del sur de Europa a medida que la llegada del euro propulsaba el crecimiento económico. Pero la situación ha cambiado. El conglomerado estadounidense Kimberly-Clark Corp. anunció que cerrará la mayor parte de su negocio de pañales Huggies en Europa después de batallar durante años contra los bajos índices de natalidad, caídas en los precios y la competencia de las marcas propias. El fabricante estadounidense de aluminio Alcoa Inc. y el grupo minorista francés PPR SA están reduciendo su presencia o abandonando por completo el sur de Europa y no tienen planes para expandirse más adelante. Los repliegues son parte de un éxodo empresarial que amenaza con succionar el capital, la innovación y la capacidad de gestión que la región necesita con urgencia para salir de la crisis de la deuda y de la recesión.
THE WALL STREET JOURNAL
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