El país con 22 millones de personas se encamina a generar este año más ingresos para el conglomerado industrial que el gigante asiático, que tiene 1.300 millones de habitantes. El cambio se deriva en parte de los ajustes que Jeff Immelt, el presidente ejecutivo de GE, ha hecho a las líneas de negocios del conglomerado para hacer hincapié en la energía. Pero también refleja un replanteamiento radical del valor que tiene China para GE, que después de años de no cumplir sus metas y de registrar un crecimiento lento en el país asiático ha volcado su atención a lugares ricos en recursos, con reglas más favorables para la inversión, así como con menos empresas estatales contra las cuales competir. GE apuesta a que los precios de la energía y los minerales seguirán en alza y que tendrá menos dificultades para conquistar otros mercados para vender compresores, locomotoras y generadores eléctricos en países que producen petróleo, gas y mineral de hierro. El nuevo enfoque eleva a Canadá, Perú, Mongolia y Australia al círculo de crecimiento potencial una vez dominado por Brasil, Rusia, India y China. "Estos lugares tienen oportunidades increíbles para Estados Unidos", señaló este año Immelt en una conferencia en la Universidad de Stanford. "China es grande, pero es un mercado difícil. Estos lugares también son grandes, pero no son tan difíciles".
THE WALL STREET JOURNAL
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